Sentir, pensar y hacer de forma diferente - Desarrollamos organizaciones y personas

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La confianza es un elemento clave en la construcción de las relaciones. Es el fundamento de toda relación social que no esté sustentada en la fuerza. Haciendo un símil, sería el “cemento”  de una relación. Si no hay confianza, es difícil concebir una relación entre padres e hijos, entre una pareja, entre jefe y trabajador, entre miembros de un equipo de trabajo. Sin ella, cada una de esas relaciones se ve comprometida y tenderá a disolverse.

Estamos viviendo una época en la que las empresas se ven obligadas, en mayor medida, a echar mano de su creatividad y capacidad de innovación para impulsar sus negocios. Las organizaciones públicas (administraciones autonómicas, generales y locales) contribuyen con iniciativas innovadoras y proyectos para emprendedores, que suelen enfocarse hacia unos objetivos claros, por ejemplo:
•    atraer el talento emprendedor nacional,
•    garantizar el acceso de agentes internacionales y empresas extranjeras,
•    fomentar la participación de escuelas de negocio y administraciones públicas
•    movilizar instrumentos financieros como business angels y sociedades de capital riesgo

Cuando culpamos de nuestros problemas a todo lo que nos rodea (el jefe, la  crisis, los compañeros, la familia…), estamos adoptando el papel de víctimas.

Cuando lo hacemos es porque necesitamos justificarnos a nosotros mismos y mantenernos relativamente tranquilos.

Pero, por otro lado, aceptar una situación no deseada pensando: “Las cosas no son como a mí me gustaría que fueran, pero tampoco puedo hacer nada para cambiarlas”, tampoco es una postura eficaz, ya que si siento que no puedo hacer nada para resolver esa situación, no tendré ningún poder ni capacidad para emprender alguna acción y poder cambiar las cosas.

 

Leyendo el otro día un perfil en Linked-In, me encontré con una presentación que hacía de sí mismo un Coach, se autodenominaba “sherpa”… que ayuda a descubrir y asegurar caminos para crecer y evolucionar en equipo.

Para quien no lo sepa es una etnia del Himalaya, que tradicionalmente han sido los porteadores de las expediciones que iban a subir las montañas más altas de la tierra. Estos sherpas eran reclutados por las expediciones por su resistencia a la altura, su fuerza para cargar con los materiales más pesados y su entrega tanto en las labores de equipamiento como en las de ascensión a la cumbre. El sherpa más famoso fue Tenzing Norgay, que fue el primer hombre en hollar la cumbre del Everest junto a Hillary (y que lo hizo múltiples veces más).

Muchos conocéis mi pasión por las montañas y ahora os dais cuenta de hasta dónde llega, por eso quise asemejar este proceso de aprendizaje del Coaching a la ascensión a una gran montaña.