Cristina Miaja, socia directora de ICE CORAOPS, ha participado en Zen Working, el programa de Coaching y desarrollo personal y profesional de Radio3w.com, presentado por Elena Mendoza de la Fuente. Allí compartió espacio con Miriam Ortiz de Zárate.
Sobre el tapete el lenguaje y las fórmulas para ampliar la manera de percibir el mundo. El lenguaje suministra la capacidad de distinguir aquello que nombramos. Si distinguimos algo nuevo, se adquiere un aprendizaje que amplía la mirada y por lo tanto modifica la capacidad de acción. Si somos capaces de realizar más distinciones, nuestra vida será más rica. Cristina Miaja, Miriam Ortiz de Zárate y Elena Mendoza desgranaron este asunto para la audiencia.
Las distinciones pertenecen a la disciplina del Coaching ontológico. El lenguaje nos hace distinguir, pero en el Coaching se da a las palabras un determinado significado para abrir una mirada nueva. Los coaches son coleccionistas de distinciones, porque una palabra lo es casi todo. El lenguaje es como una paleta de colores que se enriquece con más matices. Y el Coaching consiste en abrir alternativas con tus propios colores. La distinción está muy vinculada a respetar que existen otras maneras de ver.
¿Qué es la generosidad? El equilibrio entre dar y recibir, pero sin olvidar la generosidad hacia uno mismo. A menudo es más fácil dar que escuchar. La escucha implica voluntad de ir hacia el otro. La generosidad del líder consiste en dejar espacio a los colaboradores y solicitar ayuda.
¿Y la distinción error/fracaso? Se trata de actitudes vitales que tienen que ver con el miedo. Hay que considerar el error como parte del aprendizaje. Hay diferencias también en preocuparse y ocuparse. Preocuparse es inherente a estar en el mundo, contribuye al pesimismo y al victimismo. La ocupación, en cambio, es la acción que invalida la preocupación.
¿Y entre culpa y responsabilidad? El hombre está condenado a ser libre, a responsabilizarse. Hay que eliminar la culpa, vinculada al inmovilismo. No es lo mismo sinceridad que sincericidio. La sinceridad es un valor. Si se extrema empieza a tener costes. Toda la verdad todo el tiempo no es positivo. Ha de haber un equilibrio. La sinceridad se asocia a un contexto. Si no hay contexto, se vuelve sincericidio.
La excelencia te acerca a lo que realmente quieres y la exigencia está más en el control. El trabajo de Coaching en empresas permite abrir espacios a la excelencia. Y por último, la vulnerabilidad es una fortaleza para el aprendizaje.
Disfruta del programa en éste enlace.
Podcast: Distinciones lingüísticas en coaching
Comentarios (1)