En múltiples ocasiones nos encontramos con empresas cuyo activo en Recursos Humanos cuenta con toda la formación requerida para la posición que desempeña y mucho más. Pero sin embargo, estas empresas no son necesariamente las mas efectivas o las de mayor rendimiento.
“La mejor forma de enseñar a los demás no es enseñándoles tus riquezas, sino haciéndoles ver las suyas”. Goethe
Los seres humanos respondemos de distinta manera ante el mismo estimulo, somos seres emocionales que reaccionamos de manera diferente ante las variadas realidades objetivas, retos y decisiones que se presentan diariamente en el ámbito laboral.
Podríamos decir que las empresas necesitan personas con buena formación, pero eso no basta para que se conviertan en empresas competentes y líderes en su sector. Tienen que ir más allá y dar un paso extra, tienen que buscar herramientas que ayuden a sus empleados a lograr un mejor desempeño y a ser más proactivos o quizás simplemente cambiar su propia cultura.
Introducir el Coaching en la cultura de una empresa podría ser un factor relevante para marcar esta diferencia.
El Coaching ayudaría a estimular a las personas con respecto a los objetivos de la empresa, a mejorar su desempeño, a que dejen su zona de confort, a obtener una transformación positiva en la actitud y forma de pensar, a desarrollar el rendimiento organizacional de forma dinámica y activa, a motivar al desarrollo de las personas y a generar retos, entre otras cosas.
Para ello, es necesario que el coach cuente con las competencias necesarias y que ponga en práctica las herramientas adecuadas, que ayuden a otros:
- A sacar todo su talento, personal y profesional, y llegar más lejos de lo que hubieran imaginado en un primer momento.
- A dar el salto a un plano totalmente diferente. A enfoques que empujen la mente a forjar nuevas conexiones, pensar de manera distinta y a considerar nuevas alternativas.
- A plantear la situación de una manera diferente, vista desde diferentes ángulos y a través de diferentes preguntas como el por qué, el para qué, los obstáculos y los valores que promueven a lograr lo que se quiere, entre otras cosas. Preguntas que den nuevas perspectivas para llegar a nuevas ideas.
- A expresarse a través de diferentes medios, haciendo uso de la psicogeografía, por ejemplo, en vez de usar sólo el razonamiento verbal, hacer uso de esquemas y dibujos o cualquier método de expresión corporal que promuevan un enfoque distinto.
- A cambiar de perspectiva, conseguir la perspectiva de otro, pensando desde su punto de vista y en cómo se enfrentaría al reto. Preguntar cómo se enfrentaría a diferentes situaciones desde diferentes roles, para analizar desde su punto de vista y sus valores, las diferentes opciones.
En definitiva, crear la cultura del coaching dentro de la empresa, promueve el pensar diferente para hacer cosas diferentes y obtener resultados diferentes.
“Si buscas resultados distintos, no hagas siempre lo mismo”. Albert Einstein
Artículo de Ángela Ávila Carpio, Coach certificada en CORAOPS
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