Sentir, pensar y hacer de forma diferente - Desarrollamos organizaciones y personas

Reflejo“Nacemos con la capacidad de aprender a soñar, y los seres humanos que nos preceden nos enseñan a soñar de la forma en que lo hace la sociedad” (Dr. Miguel Ruiz)

Desde que nacemos, y pasando por el núcleo familiar, el colegio, el instituto, la universidad, etc; nos preparan para que aprendamos a desenvolvernos en el mundo, tanto a nivel laboral como a nivel personal. Para ello, somos bombardeados con datos, información y conocimientos, así como también de creencias y experiencias ajenas, que nuestro cerebro absorbe, unas veces de forma perenne y otras de forma temporal. Durante ese proceso de alfabetización, somos evaluados, premiados y reconocidos en función del nivel de conocimiento adquirido y de los resultados obtenidos en las distintas materias.

De esta manera, año tras año, forjamos nuestro futuro en base a las decisiones académicas que tomamos en determinados momentos, como la elección de la rama de letras, ciencias, sociales; de la formación profesional o universitaria, etc. En estas decisiones somos influidos enormemente por las evaluaciones recibidas sobre los conocimientos adquiridos, así como por las opiniones, juicios y creencias externas que hemos ido recibiendo y que algunas de ellas han calado en nuestra mente. Por ejemplo, todos hemos tenido algún profesor, familiar u otra persona cercana y con cierta autoridad, que nos ha transmitido que, por ejemplo, El dibujo ‘es’ / ’no es’ lo tuyocéntrate en las ciencias que es lo que se da bien, el futuro está en las Telecomunicaciones, hay periodistas a patadas, los médicos viven muy bien, los ingenieros ganan mucho, tal y como están las cosas, lo mejor es hacerse funcionario, los artistas se mueren de hambre, etc… denominadas como incapacidades aprendidas.

Como resultado y en cualquier sector, son muchos los profesionales insatisfechos. Personas cuya vida cotidiana laboral no les llena y no les satisface… personas para quienes el trabajo se termina convirtiendo, en el mejor de los casos, en una mera fuente de ingresos. Si a ello añadimos la situación actual, en la que se habla de crisis de valores, y el entorno cambiante que nos rodea, parece que los conocimientos ya nos son suficientes y que la flexibilidad, la autenticidad, los valores y las aptitudes ganan posiciones.

Con ello no pretendo cuestionar el sistema de evaluación, ni mucho menos, las influencias externas que recibimos de nuestro entorno y personas cercanas, que son inevitables y, en algunos casos, necesarias. Lo único que busco resaltar es que dedicamos mucho esfuerzo, tiempo y dinero a esta preparación que es necesaria, pero no hay reservado ningún espacio para prepararNOS, nosotros con nosotros mismos.

Nueva preparacción

Por ello, desde aquí, querría invitaros a reflexionar sobre la posibilidad de una nueva y adicional preparación, una preparación guiada y continua, desde pequeños, dentro del entorno académico y/o desde el núcleo familiar, que se desarrolle en un espacio libre de juicios, en el que predomine la aceptación, el respeto y la confianza necesaria para que cada uno pueda expresar libremente sus pensamientos, realidades, emociones, miedos, ideas y objetivos.

Un espacio donde aprendamos a mirar en nuestro interior, a identificar y gestionar nuestras emociones, a descubrir y conectar con nuestros valores y en el que la palabra ponga de manifiesto su carácter generativo y transformador. Con un contexto adecuado bajo el cuál se cuestionen nuestras creencias limitadoras, se rompan paradigmas y se nos rete a plantearnos objetivos (académicos, profesionales y personales) y planes de acción productivos y coherentes con nuestros valores. Desde allí cultivaríamos la humildad, la autenticidad, la empatía y la coherencia desde la que relacionarnos con el mundo, interiorizando que estamos completos y tomando conciencia del tipo de observador que somos y de que hay tantas realidades como observadores.

En definitiva, propongo de un aprendizaje guiado por coaches profesionales como actividad extraescolar y/o desde el núcleo familiar, que suponga la aplicación e interiorización de la Metodología CORAOPS®, como metodología de aprendizaje y expansión.

¿Qué nos aportaría esta preparacción?

De este modo, en mi opinión, se nos facilitaría el aprendizaje a vivir a la altura de nuestros talentos y no de nuestras creencias, a mantener nuestro futuro académico, profesional y personal y nuestra felicidad en nuestras manos en todo momento, y no en manos de las circunstancias, del entorno, de los resultados, de las creencias externas, o del miedo… estaríamos en continuo crecimiento, un crecimiento coherente con nuestros valores, buscando el reto y sabiendo encontrar la motivación, la actitud, las emociones y el compromiso necesario para alcanzarlos… en definitiva una vida más plena.

 

En tu caso, ¿qué crees que te aportaría este tipo de preparacción? ¿Y a tus hijos?

 

Sergio Lucas Coach CORAOPS

 

 Artículo de Sergio Lucas Bermejo, Coach certificado CORAOPS

Comentarios (1)

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