Estando disfrutando con un grupo de buenos amigos, me preguntaron, cerca de las fiestas navideñas, si el coaching podría ayudar y de qué manera, a las personas que inician una dieta. Mi respuesta fue clara y concisa: "Desde mi punto de vista, considero que el coaching puede ayudar y os explicaré cómo lo hará a través de cada una de las fases de la Metodología CORAOPS®".
Muchos de nosotros conocemos casos de personas, incluso muy cercanas, que han querido perder peso o han iniciado una dieta y a las semanas han abandonado este objetivo o cómo han ido perdiendo las fuerzas hasta el abandono total. Posteriormente y en fechas muy concretas, este objetivo ha vuelto a renacer a través de un “tengo” (“tengo que perder peso”) frente a un deseado “quiero”.
En estos casos y a través de la generación de Rapport, es decir, la generación de un ambiente de confianza, respeto y humildad, el coaching puede ayudar a establecer y a definir el objetivo correctamente para que no se produzca entre otras cosas, este abandono. Los objetivos deben ser específicos, medibles, realistas, expresados siempre en positivo y sobre todo deben estar asociados a un compromiso por parte del coachee.
Para cada persona el objetivo será diferente al del resto, unos querrán perder kilos de masa grasa, otros de masa corporal y otros tan solo estarán interesados en reducir sus propias tallas.
Pero no solo le acompañaremos en la descripción de su objetivo, sino que también lo haremos, a través de diferentes ejercicios de visión, en la generación de su propio plan de acción junto con sus diferentes pasos intermedios, estableciendo sus fechas concretas. Por ejemplo, “conocer los alimentos con mayor nivel de grasas”, “cuántas comidas hacer al día”, “aprender a comer de manera sana y saludable”, “hacer ejercicio”, “reducir mi peso en 500 gramos a la semana”, etc.
Además analizaremos la realidad y la situación actual del coachee, le acompañaremos en la identificación de sus limitaciones y recorreremos con él sus creencias, valores, juicios y sus emociones: “Estoy gordo”, “no soy capaz”, “mi metabolismo es así”, “la vida social es incompatible con una dieta”, “a veces pierdo el control”, "¿qué me lleva a abandonar?", ¿qué son las excusas y por qué aparecen?, ¿cómo combatirlas?"
Trabajaremos la aceptación y sus beneficios: ¿Cómo me quiero ver?, ¿para qué?, ¿alguna vez he bajado de peso?, ¿cómo me ha hecho sentir esto?, ¿por qué no anclar esas emociones para que renazcan en las situaciones concretas que yo desee…?
A través de preguntas poderosas y de cambios de observador, el coachee podrá encontrar nuevas opciones, le retaremos y le llevaremos a la acción. Por ejemplo, “¿crees que comer “esto” es productivo para con tu objetivo?”, “¿para qué?”, etc. Con diferentes herramientas específicas, le acompañaremos en el seguimiento hacia su objetivo, su motivación, su compromiso y las posibles recaídas.
Tras mi respuesta a estos amigos, concluí diciendo que el Coaching es una herramienta que está enfocada a diferentes campos. Además del laboral o ejecutivo también puede ayudar en el personal, deportivo, etc.
Me preguntaron de nuevo si deberíamos enfocarnos en formar a los profesionales de la alimentación (nutricionistas, endocrinos, etc.) o trabajar directamente con las personas que desean perder peso. Yo les conteste: “¿Por qué no con ambos?”, no necesitamos ser expertos en nutrición ni en ningún otro tema para ayudar a las personas pero desde luego, ayudar a los profesionales de la alimentación puede ser un plus para su trabajo. Podrán trabajar objetivos, identificando las acciones necesarias, generar y mantener compromisos, modificar creencias, juicios y emociones, generar aprendizaje y nuevas opciones. En definitiva, será muy productivo para su mercado y les dará un mayor valor añadido.
Artículo de Ricardo Torroba, Coach Senior CORAOPS, ACC por ICF
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